domingo, 21 de febrero de 2010

Siluetas

 "This isn't your song. This isn't your music"

Tocan los violines, pasa la medianoche
Sopla el céfiro nocturno y los vidrios se empañan
Recae el cansancio, recaen las meditaciones 
Cansadas, ya tan cansadas que no se quieren seguir persiguiendo.
Reflexionando, hacer conjeturas no lleva realmente a ningún lado
Cuando uno se está tan desencantado, tan harto de todo
Cuando ha cambiado su nostalgia por amargura
Frío, soy tan frío y yo que me caliento
con este abrigo de soledad que resulta ser el mejor traje.


Hay muchas constantes, no vale la pena mencionarlas cada una
pero son constantes, he ahí lo interesante
No sé cómo o cuándo detener su ciclo, son como engranes
que giran y giran aceitados en cotidianidad
Pero hace mucho tiempo que dejé de buscar 
Y hace tiempo que dejé de creer.
Por momentos veo una luz por el crisol
pero recaigo en la enfermedad, yo mismo la provoco
Y me doy cuenta que pocas son las herramientas que se poseen contra ella
Un sombrero, un libro, un escudo de notas y escalas musicales
Una burbuja donde no oigo, ni veo, ni pruebo, ni toco, ni siento. 
Y el mundo no me oye, ni me ve, ni me prueba, ni me toca ni me siente. 


La melancolía, que nunca acaba de estar cerca ni lejos 
y que más bien viene y va a conveniencia, navega por mis mares.
A veces tan presente, la puedo tocar con la punta de los dedos,
Y otras que huye por aeones y no podemos ver ni su sombra.
Su rastro es tenue, se ha borrado de la faz de la tierra.