viernes, 30 de marzo de 2012

Close To Me

14 de Noviembre, 2008


Si tuviera los labios menos irritados, sería más feliz. Estúpido, pero feliz. 
-Félix F.  

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16 de Noviembre, 2008

Cómo duelen estas malas rachas.... no sabes cómo lamento todo esto que está pasando. Sé que no existe la gran cosa que pueda yo contarte que te haga sentir mejor (y no tendría por qué hacerlo, realmente. Es  dolor, y si algo he defendido desde que dejé de ser una niña estúpida de trece años obsesionada con Green Day es que nadie tiene el derecho de quitarnos eso tan enorme que teje nudos en las gargantas y nos roba el deseo. Hay días para pensarlo todo, hay días para llorar. Hay días para decir 'es mi tristeza, ¡déjenme estar con ella dos segundos en paz!'). Te diría que hay cosas que pareciera tienen que suceder para que sigamos adelante, pero sé que no crees en el destino. Te diría que en estos momentos de tanta incertidumbre, te siento más fuerte que nunca, como si nuestras esencias se encontraran en alguna especie de refugio subterráneo y se tocaran hasta la eternidad, pero sé que tampoco crees en el alma. Sólo te pido que por favor no me olvides. Aquí estoy, aunque no me quieras ver. Aquí sigo. 


P.D. ¿Te acuerdas de Modest Mouse? Hace días me contaste que sentías como si las malas noticias siguieran llegando como glaciares. Tardé mucho en pensar en algo qué responderte pero creo que ya lo tengo:


Don't worry even if things end up a bit too heavy, we'll all float on alright.

Podrán seguir viniendo como glaciares, pero hasta lo más pesado sale a flote eventualmente. Y dentro de poco verás que aquello que siempre creíste aterrador no es tan malo como parece. Hey... es el calentamiento global. Es el cambio. Y le va a dar en la madre a esos putos pedazos de hielo. Ya verás.

Good News Is On The Way

-Lina, la del lento trajinar.


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17 de Noviembre, 2008


Sería una mentira decir "ya no tengo miedo". No hay nada que los doctores puedan hacer mas que probar las pastillas. Tenía que decirte esto, aunque pudiera cambiar tus sentimientos hacia mí. 
Sé que te amo y lo haré para siempre. 


Eso lo decía Ian Curtis en la de 'Control', ¿recuerdas? Puede que suene ridículo pero a veces creo que quisiera ser más como él (no en lo infiel, sino en su inmenso y destructivo talento, él podía plasmar todo lo que pasaba por su mente con tanta frialdad que da miedo). Yo no puedo hacer eso, no como él. Y en parte creo que nadie podrá nunca, realmente. 


Pero luego pienso en los ataques epilépticos y todo eso y me siento culpable por quejarme tanto y sentir que mis problemas son tan grandes como el mundo mismo. A veces quisiera que me diera un Grand-mal a mí para que se me quitara lo estúpido. Para que deje de quejarme de que lo mucho que me quejo.


Cambiando a otras cuestiones, por favor, créeme cada vez que te diga que te amo. No lo digo tan seguido como debería. Eres lo único que tengo en estos momentos que todo se me escapa de las manos. Por cierto, me toca poner una canción:


If  I was older then I would hold her tight and say "Don't you ever leave me" 
And then maybe one day, she will just say that she's happy enough.


Sé que sólo tengo diecinueve años pero esa canción la oí por primera vez en la prepa y pensé guardarla para cuando el momento ideal llegase. Es una de las mejores letras que he leído en mi vida. Ya soy suficientemente adulto para abrazarte y decirte una vez más, nunca me dejes. Y espero que lo que hago sea suficiente para que seas feliz toda la vida.


Es chistoso que esa canción se llama See-Saw (Sube-Y-Baja). El vocalista dice que se siente como en un Sube-Y-Baja porque necesita algo de peso para levantarse. ¿Pero qué pasa cuando ese peso no es suficiente para levantarnos? ¿Qué pasa cuando tratas y tratas hasta que ya no te quedan fuerzas y sólo pides que por favor te bajen del columpio? Siento que me he jactado de tantos triunfos que en el fondo no existen. Siempre dejo las cosas a medias, ¿te has dado cuenta? Tengo más fracasos que aciertos en mi repertorio... Es cierto, los tengo. Y duele que por más que quiera hacer algo por mí y por los demás, las cosas no embonan, las personas no comprenden, sencillamente no es suficiente.


¿No ven que lo estoy intentando? Puta madre, de verdad lo estoy intentando...


-Félix F.

viernes, 16 de marzo de 2012

Como Si Fuese La Primera Vez

-¿Cuál es tu más viejo recuerdo?-
-¿Cómo?-
-Sí, tu primera memoria... lo más viejo que recuerdas.-
-Tenía dos años. Mi mamá trataba de arrullarme entre sus brazos pero no dejaba de llorar.
Sus lágrimas me caían en los ojos y no podía dormir. Ella esperaba, observando la puerta.-

Afuera, un cielo deslavado y etéreo. Adentro, recostados en la cama, leyendo el periódico, dos delatores conjugan lejanías.

-¿Tu primera mascota?-
- Un pez. Se llamaba Jimmy. Me lo gané en una rifa en la fiesta de mi mejor amiga. A las dos semanas me aburrí de él porque era muy silencioso, no podíamos platicar de nada. Terminé regalándoselo a mi amiga.-

-¿Hay algo de lo que te arrepientas mucho?
-¿De cuando era niña?
-Sí, bueno, de la adolescencia, o lo que sea.... alguna persona a que hayas tratado mal, alguna oportunidad que dejaste pasar. No sé, estoy pensando en voz alta.-
-¿Tú?-
-Sí, un amigo. Bueno, de hecho, varios. En la secundaria, una vez le jugué una broma muy pesada a uno de mis mejores amigos. Hice creerle que una tipa por la que todos babeábamos andaba por él. Hasta se le declaró y toda la cosa. Fue horrible, pobre tipo acabó llorando.-
-¿Y el otro?-
-¿El otro qué?-
-El otro amigo. Dijiste que eran varios.-
-Ah, sí. En la prepa. Se apellidaba Melo, imagínate... el apellido más albureable del mundo. Era un muy buen amigo, nos llevábamos bien. Pero sentía que me idolatraba de más. Como si me admirara o algo, me daba la razón en todo, me seguía a todos lados.
-¿Y qué pasó?-
-Empecé a tratarlo mal para ver si así se arreglaban las cosas. Terminé alejándolo. No estuvo bien.-
-Suena a algo que yo hubiera hecho también. No funciono cuando alguien espera mucho de mí. Mi primer novio fue así, me quería mucho, cuidaba de mí... me escuchaba. Pero realmente nunca pude quererlo como él me quería. Me fui separando de él. Lo lastimé aunque traté de hacerle ver que era por su propio bien. No me merecía. De ahí en adelante, me odió y nunca me volvió a dirigir la palabra.-

Una suave brisa se escabulle por la ventana entrecerrada y estremece los cuerpos desnudos de los confidentes, quienes se refugian bajo un viejo cobertor. Se acarician y se encuentran en la obscuridad indescifrable del manto.

-Me acuerdo de que antes de que se divorciaran, mi papá solía dejarme mensajitos escondidos. Los escribía en un papel y los aventaba a mi cuarto en forma de avioncito para que yo los encontrara a veces hasta muchos días después. Habían unos muy chistosos que decían algo como: 

¡BAJA LA ROPA SUCIA ANTES DE QUE TU MAMÁ SE ENOJE Y TE CASTIGUE! APROVECHA AHORITA QUE ANDA VIENDO LA NOVELA.

-O luego acomodaba los imanes en forma de letras del refrigerador cuando tenía examen. Ponía:

¡SUERTE, MATILDA! SI SACAS 8 O MÁS TE COMPRO UN LITRO DE HELADO PARA TI SOLITA.

- También cuando algo salía mal:

ALERTA ROJA, ALERTA ROJA. MAMÁ NOS CACHÓ. SI PREGUNTAN, TÚ NO ME CONOCES.
ES MÁS, NUNCA NOS HEMOS VISTO Y EL PARECIDO FÍSICO ES MERA COINCIDENCIA.

-Tu papá suena a que fue un papá poca madre.-
-Sí, lo fue...-

-¿Y cómo fue tu primera vez?-.
-No voy a hablar de eso contigo, Joel.-
-¿Por qué no?
- Por que no, no creo que te encante la anécdota. Además esas cosas son privadas.
-Tú sabes cómo yo perdí la mía.-
-Tú me dijiste.-
me preguntaste!- 
-Pues, ¿para qué me contestas?- 
-Eres increíble.-
-Si te digo te enojarás.-
-Dime. Quiero saberlo todo de ti, aunque me enoje.-
-Joel, no me gusta pensar en eso por que sé que no puedo cambiar nada. No fue como la quise tener y no puedo hacer que estés ahí. ¿Es eso lo que querías escuchar?
-No, no es eso.
-¿Entonces qué? ¿Qué tiene de especial la primera vez?
-No sé...¡todo! La primera vez es la primera vez. Es de esas cosas que jamás se olvidan.
-¿En verdad crees eso?-
-Sí. -

Ella recuesta su cabeza en el pecho de él. Sus manos buscan las de su cómplice, se estrechan e intentan abarcar la totalidad de su palma pero resultan diminutas.

-¿Y la última?-
-¿Qué cosa?
-La última vez.-
-¿Qué hay con ellas?-
-También son importantes.
-Sí pero.. supongo que nunca sabes cuándo va a ser la última hasta que ya es demasiado tarde.

Silencio. El cielo deslavado y etéreo y el viento que sigue soplando.

-A veces sí sabes. No sé cómo pero.. lo sabes.-

Doblando una hoja del periódico, Matilda forjando un avioncito. Aventándolo a algún rincón del cuarto, quizá para ser descubierto siglos después.