lunes, 30 de marzo de 2009

Ojos inalterables

No sé si seamos nosotros o sean las cosas las que cambien.
Tan sólo me limito a asentir en círculos, en mis redondos ideales de principio-fin.
La duda y el miedo acechan sigilosamente, se esconden bajo el sillón de la sala.
Las palabras pesan y por un momento, entre el calor y las lágrimas me pierdo.

Y sin embargo, tu mirada se queda en mis pupilas y me desarmas por completo.
Y puedes ver por estos espejos ocres que llevo dentro, en las partituras, las notas de tu sinfonía
Te sigo viendo con éstos ojos inalterables,
Con éstos ojos que no se hartan de reflejarse en tí.

lunes, 23 de marzo de 2009

Como peces contracorriente


No olvides nunca que en algún lugar del mundo, en algún punto de la atmósfera, algún rincón del océano habita una luz que jamás se apaga.

Recuerda también que existe algo envuelto entre las cosas y las personas, escondida dentro de los detalles y los segundos, invisible a los ojos que se llama escencia. Confío en que algún día llegues a comprender que esa pequeña particula sigue viva en todos nosotros, nadando entre nostalgias, saltando en las memorias y que sólo así es como realmente podemos vivir para siempre.

Sigue mi ruta y juntos nadaremos a través del tiempo y de los recuerdos, como peces contracorriente a través del más puro y brillante de los mares. Ése océano tan tuyo y tan mío el cual, con el tiempo, volveremos a llenar de lágrimas mientras seguimos buscando ese resplandor interminable.

[Dedicado a la memoria de Isidro Chapa padre.]