miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Tripulación que el Tiempo Olvidó

Me voy a esconder aquí.
En este rincón inhóspito de la memoria.
Voy a anclar mi barco,
voy a encender una fogata,
voy a cantar una canción de cuna
y desde aquí te voy a contemplar;
eras una triste tarde de verano.
Eras el murmullo de un viento sediento.
Eras unas vías de tren aparentemente infinitas.
Eras los durmientes gastados bañados en polvo.
Yo era un ferrocarril viejo y oxidado
vagando ferozmente sobre tus pistas,
apresurándome, yendo cada segundo más rápido
y estirándome hasta romper con el horizonte.
Y me fui. Desaparecí.
Perdí el rastro y lo único que permaneció fue el vapor.
Y el plateado olor del carbón y del tiempo
y de todo lo irreversible.
Me voy a esconder aquí.
Me voy a refugiar del tifón.
Voy a cosechar mi soledad.
Voy a hacer girar mi veleta.
Voy a cerrar los ojos suavemente
y exhalar las hojas de árbol que nunca arranqué
¿O acaso sí lo hice?

sábado, 22 de septiembre de 2012

Touching From A Distance

Dear Annik
I know I’m intruding on your life, not you on mine. I felt as if things were becoming a bit clearer earlier on, but I can now see everything falling to pieces before my eyes. I’m paying dearly for past mistakes. I never realized how one mistake in my life some four or five years ago would make me feel how I do. I struggle between what I know is right in my own mind and some warped truthfulness as seen through other people’s eyes who have no heart and can’t see the difference anyway.
I saw Apocalypse Now at the cinema. I couldn’t take my eyes away from the screen. On the record, there’s Marlon Brando reading The Hallow Men, the struggle between man’s conscience and his heart until things go too far, get out of hand and can never be repaired. Is everything so worthless in the end? Is there anymore? What lies beyond? What’s left to carry on?
I have the feeling the epileptic condition will worsen. It frightens me. It’s a lie to say I’m not afraid anymore. There’s nothing the doctors can do but try tablets. I felt I had to tell you this even though it might change your feelings for me. I’ve been thinking of you constantly, trying to rationalize our situation, thinking of the things we’ve done. Images and thoughts prey on my mind before my eyes all times of the day and night. And while some things are beyond my understanding, I know that I love you and will do forever.
Until I see you again. I miss you with all my heart.
All my love,
Ian
___________________________________________________

-Ian Curtis's last letter to Annik Honoré
As described in the film Control, directed by Anton Corbjin.


domingo, 12 de agosto de 2012

Growing Up In Public

"And these children that you spit on
As they try to change their worlds
Are immune to your consultations
They're quite aware of what they're going through..."

- David Bowie
Músico, actor, compositor y productor inglés.
De la canción "Changes" del disco Hunky Dory, incluída en la película "The Breakfast Club" (1985).

miércoles, 18 de julio de 2012

Esta Pequeña Huella Fantasma


La gloria está en los libros que leímos, 
las películas que aplaudimos
y en las muchas veces que bailamos.
Y no bailamos solos...
Nunca bailamos solos.
-Paco Ignacio Taibo II


Casa de mis abuelos. Los años 90. Mi primo Arturo, de nueve, y yo de ocho, acostados en el enorme sofá de la sala, el lugar al que nunca entraba nadie porque hacía demasiado calor. Era una noche pálida, una lluvia constante ametrallaba nuestras paredes, como lo hacía casi todos los veranos, y escuchábamos los relámpagos caer a la distancia mientras fingíamos, en el fondo, no estar un poquito asustados. Era ya tarde. Todos en la casa dormían menos nosotros. No podíamos, algo nos mantenía despiertos oyendo también los trenes pasar a las afueras de la ciudad. Mis papás acababan de divorciarse, los de Arturo tenían casi dos años de haberlo hecho. Él vivía con su padre, quien siempre lo ignoraba. Yo vivía con mamá y con mi hermana Lucía, quien acababa de nacer y requería mayores atenciones, por lo que casi siempre me dejaban al cuidado de mis abuelos. 

Arturo pasó todo ese verano con nosotros porque su papá se había ido de viaje con su nueva novia. Por la mañana jugábamos fútbol, salíamos a andar en bicicleta por la colonia o nadábamos en el jardín, en la alberquita de plástico destartalada que tenían en la casa desde antes que yo naciera. Por las noches nos desvelábamos jugando Super Nintendo o viendo la tele. Mi primo había traído varias películas VHS de su casa, la mayoría caricaturas de Disney y las primeros largometrajes animados de Pixar. La pubertad todavía estaba a unos años de distancia pero nuestro descubrimiento del sexo gracias a la programación nocturna de los canales clandestinos y la enigmática figura femenina de nuestras primeras películas porno había empujado a Arturo a inspeccionar el catálogo de películas de su padre. Un noche, cuando no había nadie en casa, mi primo puso en la videocasetera una cinta en la que, según él, "se veía". Esa película era Trainspotting. La vimos completa, esperando la famosa escena de sexo entre Renton y Diane, pero nos quedamos por la trama. Aunque no la entendimos del todo (sabíamos que tenía que ver con drogas, las cuales nos habían dicho siempre que "eran malas" pero no teníamos idea del porqué o de cómo funcionaban) nos fascinó la cinematografía, la historia, los personajes, el humor negro, la música. Meses después, cuando los CDs habían roto los paradigmas del siglo XX, en un viaje a Estados Unidos compré el soundtrack de la película y se lo presté a Arturo. Nos encantaban todas las canciones: "Atomic", "Born Slippy" "Lust for Life", "Perfect Day" pero en especial oíamos una y otra vez esa canción de Blur, "Sing", que va:

Can't feel 
'Cause I'm numb
Can't feel
'Cause I'm numb
So what's the worth
In all of this?
Sing to me

Sin saberlo, esa música nos habría de acompañar, a cada uno por separado, por tantos momentos significativos de la niñez y la pubertad; las risas, las vacaciones, los amigos de la cuadra, las travesuras en el recreo, estudiando para los exámenes finales y los miedos mortales a reprobar, los nervios por la(s) niña(s) bonita(s) del salón, los problemas en la casa, las peleas, los gritos, la soledad, los llantos nocturnos, los cambios.

Esa noche, acostados en el sofá de la sala con la lluvia afuera, y los relámpagos, y los trenes que surcaban susurrando, nos quedamos dormidos pensando en nuestros papás; en si algún día estarían juntos otra vez, o si cada uno seguiría adelante con su vida, si nos olvidarían poco a poco, o si fue nuestra culpa, o si se sentirían tan vulnerables e infelices como nosotros. Ahí, refugiados en casa de mis abuelos mientras afuera la familia se caía a pedazos, llevándose consigo nuestra infancia y abriéndole paso a una adolescencia problemática, mi primo y yo, sin decir nada, sabíamos exactamente lo que estaba pasando, y nos consolábamos en silencio, deseando que al final todo mejorara.



Can't feel 
'Cause I'm numb
Can't feel
'Cause I'm numb
So what's the worth
In all of this?
Sing to me

miércoles, 6 de junio de 2012

Falling In Love, 1934-1941

        Every schoolboy learned the history of Trachimbrod from a book originally written by the Venerable Rabbi - AND IF WE ARE TO STRIVE FOR A BETTER FUTURE, MUSTN'T WE BE FAMILIAR AND RECONCILED WITH OUR PAST?- and revised regularly by a comittee of Uprighters and Slouchers. The Book of Antecedents began as a record of major events: battles and treaties, famines, seismic occurences, the beginnings and ends of political regimes. But it wasn't long before lesser events were included and described at great lenght - festivals, important marriages and deaths, records of construction in the shtetl (there was no destruction then)- and the rather small book had to be replaced with a three-volume set.

          Soon upon the demand of the readership -which was everyone, Uprighter and Sloucher alike - The Book of Antecedents included a biennial census, with every name of every citizen and a brief chronicle of his or her life (women were included after the synagogue split), summaries of even less notable events, and commentaries on what the Venerable Rabbi had called LIFE, AND THE LIFE OF LIFE, which included definitions, parables, various rules and regulations of righteous living, and cute, if meaningless, sayings.

          The later editions, now taking up an entire shelf, became yet more detailed, as citizens contributed family records, portraits, important documents, and personal journals, until any schoolboy could easily find out what his grandfather ate for breakfast on a given Thursday fifty years before, or what his great-aunt did when the rain fell without lull for five months. The Book of Antecedents, once updated yearly, was nos continually updated, and when there was nothing to report, the full-time committee would report its reporting, just to keep the book moving, expanding, becoming more like life: We are writing.... We are writing.... We are writing. 

And I'm sure that my grandfather was no exception. He, too, must have skipped from volume to volume, page to page, searching...

THE PROBLEM OF GOOD: WHY UNCONDITIONALLY GOOD THINGS HAPPEN TO UNCONDITIONALLY BAD PEOPLE
     (See GOD)

WHAT JACOB R ATE FOR BREAKFAST ON THE MORNING OF FEBRUARY 21, 1977
     Fried potatoes with onions. Two slices of black bread.

BROD'S 613 SADNESSES
     The following encyclopedia of sadness was found on the body of Brod D. The original 613 sadnesses, written in her diary, corresponded to the 613 commandments of our (not their) Torah. Shown below is what was salvageable after Brod was recovered. (Her diary's wet pages printed the sadnesses onto her body. Only a small fraction [55] were legible. The other 558 sadnesses are lost forever, and it is hoped that, without knowing what they are, no one will have to experience them). The diary from which they came was never found.

  SADNESS OF THE COVENANT: Sadness of God's love; Sadness of God's back [sic]; Favorite-  child sadness; Sadness of b[ein]g sad in front of one's God; Sadness of the opposite of belief [sic];  What If? Sadness; Sadness of God alone in heaven; Sadness of a God who would need people to pray to Him...

  SADNESS OF THE INTELLECT: Sadness of being misunderstood [sic]; Humor Sadness; Sadness of love without release; Sadness of being smart; sadness of not knowing enough words to express what you mean; Sadness of having options; Sadness of wanting sadness; Sadness of confusion; Sadness of domesticated birds; Sadnesss of finishing a book; Sadness of remembering, Sadness of Forgetting;

We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....We are writing.... we are writing.....


-Jonathan Safran Foer
Novelista y autor norteamericano.
En 'Everything is Illuminated'.

lunes, 28 de mayo de 2012

El Arte de Extrañar (traducido)

Ya han pasado dos semanas desde que Eduardo se fue a pasar navidad en Berlín.
Estoy tratando de no pensar demasiado en ello, realmente.
Es curioso, pero me gusta fingir que no estoy consciente de que se ha ido.
De ese modo, tal vez, el tiempo correrá más rápido y cuando menos me lo espere, estará de regreso.

Sin embargo, a veces me pregunto si es cruel de mi parte pensar de esta manera.
¿Es egoísta esperar su regreso prematuro, aunque sea por un ratito?

Es muy tonto, pero me encuentro a mí misma volteando a ver mi celular cada quince minutos
Como si, de alguna forma, él pudiera comunicarse a través del Océano Atlántico
y quizá el suave eco de un susurro alcanzaría mi tímpano
gritando: "cómo extraño tus pecas..."

Trato de vivir sobre las puntitas de los pies, en total silencio
pues imagino que si estoy muy callada, la espera no notará mi presencia
y podré escabullirme entre sus brazos y quedarme dormida
Así que estoy esperando, pacientemente, no haciendo ni un sonido.

Mamá está empezando a preocuparse, dice que no es normal que actúe así
Estoy tratando de darle el avión, así que he empezado a leer mucho en la sala
Poniendo discos viejos de cuando iba en la Prepa.
Debo haber terminado ya tres o cuatro libros.

Esa canción de Andrew Bird que va:
I'm all for moderation but sometimes it seems
moderation itself can be kind of extreme
me da escalofríos.

En fin, el otro día tuve el sueño más extraño.
Soñé que recibía una postal de él.
Era de una avenida larga y bonita llamada "Unter den Linden"
donde decía que la gente elegante solía juntarse bastante hace ya muchos años.
Él escribía que el invierno estaba siendo brutal por allá,
y que se estaba congelando todo el tiempo.
Los días eran más cortos, las noches eran más largas.
Así que tenía que refugiarse en cafeterías pequeñas para poder calentarse.

Anoche no pude dormir.
Estuve despierta toda la noche pensando en Eduardo, temblando en las calles de Berlín.
Y cuando miré por la ventana, de pronto me di cuenta
de que ya nos cubría el mismo cielo nocturno.
Y me sentí tan sola y desamparada.
Pero volteo a ver mi celular constantemente, preguntándome.


domingo, 27 de mayo de 2012

Feliz cumpleaños, blog.

Me acabo de dar cuenta que exactamente hoy cumple cinco años de haberse fundado este blog.
Es una de esas cosas tontas que no a muchos les importa pero que por alguna razón tiene cierto significado y sentimiento para mí, así que para las personas allá afuera que lean ocasionalmente estas páginas:

Muchas gracias.

Como podrán percatarse este espacio muchas veces sirve de reflexión y/o refugio, por lo que la carga emocional suele ser muy grande, a veces hasta ridícula. Si aún así, alguien llegara a seguir aquí, le reitero:

Gracias.

Vamos por otros cinco años.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Por el Purgatorio de la Vida

Cuando me senté a morir, ella me rogó que me levantara y que siguiera arrastrando la vida, como si esperara todavía algún milagro que me limpiara de culpas. Ni siquiera hice el intento:

“Aquí se acaba el camino —le dije—. Ya no me quedan fuerzas para más.”

Y abrí la boca para que se fuera. Y se fue. Sentí cuando cayó en mis manos el hilito de sangre con que estaba amarrada a mi corazón.

-Juan Rulfo (1917 - 1986 )
Escritor, fotógrafo y guionista mexicano.
Autor de la novela 'Pedro Páramo' y la colección de cuentos 'El Llano en Llamas'.

martes, 15 de mayo de 2012

The Art of Missing

It's been two weeks now since Edward left to spend the holidays in Berlin.
I'm trying not to think too much about it, really.
It's funny but I like to pretend that I'm not aware that he's gone.
That way, maybe, time will run faster and, when less expected, he'll be back.

However, sometimes I wonder if it's cruel to think this way.
Is it selfish to hope for his premature return, even for a little while?

It's really stupid, but I find myself staring at my cell-phone every fifteen minutes.
As if he'd could somehow communicate across the Atlantic Ocean
and perhaps the soft echo of a whisper would reach my eardrum.
screaming: "how much I miss your freckles..."

I'm trying to live on my tip-toes, in total silence
for I imagine that if I'm really quiet, the wait will not notice my presence
and I will be able to sneak into his arms and fall asleep.
So I'm waiting, patiently, not making a sound.

Mom is beginning to worry, she says it's not normal for me to act this way.
I'm trying to give her the slip, so I've started reading a lot in the living room.
Playing old CDs from when I was in High School
I must have finished three or four books by now.

(That Andrew Bird song that says:
I'm all for moderation but sometimes it seems 
moderation itself can be kind of extreme
it just gives me the chills....)

So anyway, the other day I had the strangest dream.
I dreamed that I recieved a postcard from him.
It figured a long and pretty avenue called 'Unter Den Linden'
where he said fancy people used to hang out a lot many years ago.
He wrote that the winter was being brutal over there
and that he was freezing all the time,
days were shorter, nights were longer
so he had to take refuge in small coffee shops to get warm.

Last night I couldn't sleep.
I was up all night thinking of Edward, shivering in the streets of Berlin
And when I looked outside the window I suddenly realized
We were no longer covered by the same night sky.
And I felt so alone and helpless.
But I'm constantly staring at my cell-phone, wondering.


viernes, 30 de marzo de 2012

Close To Me

14 de Noviembre, 2008


Si tuviera los labios menos irritados, sería más feliz. Estúpido, pero feliz. 
-Félix F.  

--------------------------------------------------------------------------------------

16 de Noviembre, 2008

Cómo duelen estas malas rachas.... no sabes cómo lamento todo esto que está pasando. Sé que no existe la gran cosa que pueda yo contarte que te haga sentir mejor (y no tendría por qué hacerlo, realmente. Es  dolor, y si algo he defendido desde que dejé de ser una niña estúpida de trece años obsesionada con Green Day es que nadie tiene el derecho de quitarnos eso tan enorme que teje nudos en las gargantas y nos roba el deseo. Hay días para pensarlo todo, hay días para llorar. Hay días para decir 'es mi tristeza, ¡déjenme estar con ella dos segundos en paz!'). Te diría que hay cosas que pareciera tienen que suceder para que sigamos adelante, pero sé que no crees en el destino. Te diría que en estos momentos de tanta incertidumbre, te siento más fuerte que nunca, como si nuestras esencias se encontraran en alguna especie de refugio subterráneo y se tocaran hasta la eternidad, pero sé que tampoco crees en el alma. Sólo te pido que por favor no me olvides. Aquí estoy, aunque no me quieras ver. Aquí sigo. 


P.D. ¿Te acuerdas de Modest Mouse? Hace días me contaste que sentías como si las malas noticias siguieran llegando como glaciares. Tardé mucho en pensar en algo qué responderte pero creo que ya lo tengo:


Don't worry even if things end up a bit too heavy, we'll all float on alright.

Podrán seguir viniendo como glaciares, pero hasta lo más pesado sale a flote eventualmente. Y dentro de poco verás que aquello que siempre creíste aterrador no es tan malo como parece. Hey... es el calentamiento global. Es el cambio. Y le va a dar en la madre a esos putos pedazos de hielo. Ya verás.

Good News Is On The Way

-Lina, la del lento trajinar.


-------------------------------------------------------------------------------------

17 de Noviembre, 2008


Sería una mentira decir "ya no tengo miedo". No hay nada que los doctores puedan hacer mas que probar las pastillas. Tenía que decirte esto, aunque pudiera cambiar tus sentimientos hacia mí. 
Sé que te amo y lo haré para siempre. 


Eso lo decía Ian Curtis en la de 'Control', ¿recuerdas? Puede que suene ridículo pero a veces creo que quisiera ser más como él (no en lo infiel, sino en su inmenso y destructivo talento, él podía plasmar todo lo que pasaba por su mente con tanta frialdad que da miedo). Yo no puedo hacer eso, no como él. Y en parte creo que nadie podrá nunca, realmente. 


Pero luego pienso en los ataques epilépticos y todo eso y me siento culpable por quejarme tanto y sentir que mis problemas son tan grandes como el mundo mismo. A veces quisiera que me diera un Grand-mal a mí para que se me quitara lo estúpido. Para que deje de quejarme de que lo mucho que me quejo.


Cambiando a otras cuestiones, por favor, créeme cada vez que te diga que te amo. No lo digo tan seguido como debería. Eres lo único que tengo en estos momentos que todo se me escapa de las manos. Por cierto, me toca poner una canción:


If  I was older then I would hold her tight and say "Don't you ever leave me" 
And then maybe one day, she will just say that she's happy enough.


Sé que sólo tengo diecinueve años pero esa canción la oí por primera vez en la prepa y pensé guardarla para cuando el momento ideal llegase. Es una de las mejores letras que he leído en mi vida. Ya soy suficientemente adulto para abrazarte y decirte una vez más, nunca me dejes. Y espero que lo que hago sea suficiente para que seas feliz toda la vida.


Es chistoso que esa canción se llama See-Saw (Sube-Y-Baja). El vocalista dice que se siente como en un Sube-Y-Baja porque necesita algo de peso para levantarse. ¿Pero qué pasa cuando ese peso no es suficiente para levantarnos? ¿Qué pasa cuando tratas y tratas hasta que ya no te quedan fuerzas y sólo pides que por favor te bajen del columpio? Siento que me he jactado de tantos triunfos que en el fondo no existen. Siempre dejo las cosas a medias, ¿te has dado cuenta? Tengo más fracasos que aciertos en mi repertorio... Es cierto, los tengo. Y duele que por más que quiera hacer algo por mí y por los demás, las cosas no embonan, las personas no comprenden, sencillamente no es suficiente.


¿No ven que lo estoy intentando? Puta madre, de verdad lo estoy intentando...


-Félix F.

viernes, 16 de marzo de 2012

Como Si Fuese La Primera Vez

-¿Cuál es tu más viejo recuerdo?-
-¿Cómo?-
-Sí, tu primera memoria... lo más viejo que recuerdas.-
-Tenía dos años. Mi mamá trataba de arrullarme entre sus brazos pero no dejaba de llorar.
Sus lágrimas me caían en los ojos y no podía dormir. Ella esperaba, observando la puerta.-

Afuera, un cielo deslavado y etéreo. Adentro, recostados en la cama, leyendo el periódico, dos delatores conjugan lejanías.

-¿Tu primera mascota?-
- Un pez. Se llamaba Jimmy. Me lo gané en una rifa en la fiesta de mi mejor amiga. A las dos semanas me aburrí de él porque era muy silencioso, no podíamos platicar de nada. Terminé regalándoselo a mi amiga.-

-¿Hay algo de lo que te arrepientas mucho?
-¿De cuando era niña?
-Sí, bueno, de la adolescencia, o lo que sea.... alguna persona a que hayas tratado mal, alguna oportunidad que dejaste pasar. No sé, estoy pensando en voz alta.-
-¿Tú?-
-Sí, un amigo. Bueno, de hecho, varios. En la secundaria, una vez le jugué una broma muy pesada a uno de mis mejores amigos. Hice creerle que una tipa por la que todos babeábamos andaba por él. Hasta se le declaró y toda la cosa. Fue horrible, pobre tipo acabó llorando.-
-¿Y el otro?-
-¿El otro qué?-
-El otro amigo. Dijiste que eran varios.-
-Ah, sí. En la prepa. Se apellidaba Melo, imagínate... el apellido más albureable del mundo. Era un muy buen amigo, nos llevábamos bien. Pero sentía que me idolatraba de más. Como si me admirara o algo, me daba la razón en todo, me seguía a todos lados.
-¿Y qué pasó?-
-Empecé a tratarlo mal para ver si así se arreglaban las cosas. Terminé alejándolo. No estuvo bien.-
-Suena a algo que yo hubiera hecho también. No funciono cuando alguien espera mucho de mí. Mi primer novio fue así, me quería mucho, cuidaba de mí... me escuchaba. Pero realmente nunca pude quererlo como él me quería. Me fui separando de él. Lo lastimé aunque traté de hacerle ver que era por su propio bien. No me merecía. De ahí en adelante, me odió y nunca me volvió a dirigir la palabra.-

Una suave brisa se escabulle por la ventana entrecerrada y estremece los cuerpos desnudos de los confidentes, quienes se refugian bajo un viejo cobertor. Se acarician y se encuentran en la obscuridad indescifrable del manto.

-Me acuerdo de que antes de que se divorciaran, mi papá solía dejarme mensajitos escondidos. Los escribía en un papel y los aventaba a mi cuarto en forma de avioncito para que yo los encontrara a veces hasta muchos días después. Habían unos muy chistosos que decían algo como: 

¡BAJA LA ROPA SUCIA ANTES DE QUE TU MAMÁ SE ENOJE Y TE CASTIGUE! APROVECHA AHORITA QUE ANDA VIENDO LA NOVELA.

-O luego acomodaba los imanes en forma de letras del refrigerador cuando tenía examen. Ponía:

¡SUERTE, MATILDA! SI SACAS 8 O MÁS TE COMPRO UN LITRO DE HELADO PARA TI SOLITA.

- También cuando algo salía mal:

ALERTA ROJA, ALERTA ROJA. MAMÁ NOS CACHÓ. SI PREGUNTAN, TÚ NO ME CONOCES.
ES MÁS, NUNCA NOS HEMOS VISTO Y EL PARECIDO FÍSICO ES MERA COINCIDENCIA.

-Tu papá suena a que fue un papá poca madre.-
-Sí, lo fue...-

-¿Y cómo fue tu primera vez?-.
-No voy a hablar de eso contigo, Joel.-
-¿Por qué no?
- Por que no, no creo que te encante la anécdota. Además esas cosas son privadas.
-Tú sabes cómo yo perdí la mía.-
-Tú me dijiste.-
me preguntaste!- 
-Pues, ¿para qué me contestas?- 
-Eres increíble.-
-Si te digo te enojarás.-
-Dime. Quiero saberlo todo de ti, aunque me enoje.-
-Joel, no me gusta pensar en eso por que sé que no puedo cambiar nada. No fue como la quise tener y no puedo hacer que estés ahí. ¿Es eso lo que querías escuchar?
-No, no es eso.
-¿Entonces qué? ¿Qué tiene de especial la primera vez?
-No sé...¡todo! La primera vez es la primera vez. Es de esas cosas que jamás se olvidan.
-¿En verdad crees eso?-
-Sí. -

Ella recuesta su cabeza en el pecho de él. Sus manos buscan las de su cómplice, se estrechan e intentan abarcar la totalidad de su palma pero resultan diminutas.

-¿Y la última?-
-¿Qué cosa?
-La última vez.-
-¿Qué hay con ellas?-
-También son importantes.
-Sí pero.. supongo que nunca sabes cuándo va a ser la última hasta que ya es demasiado tarde.

Silencio. El cielo deslavado y etéreo y el viento que sigue soplando.

-A veces sí sabes. No sé cómo pero.. lo sabes.-

Doblando una hoja del periódico, Matilda forjando un avioncito. Aventándolo a algún rincón del cuarto, quizá para ser descubierto siglos después.

lunes, 27 de febrero de 2012

Guardando Secretos (reeditado y traducido)

         Nunca he sido particularmente bueno guardando secretos. Una vez, accidentalmente le dije a la mitad del grupo sobre las depresiones de Alicia. El maestro de Literatura Latinoamericana me había tomado por sorpresa al preguntar por qué había estado volándose clases durante casi una semana. Le respondí que no se estaba volando clases, sólo no estaba de humor. Frunció el ceño en sorpresa e inquirió, casi burlonamente, a qué me refería exactamente con no estar de humor.

-Ella tiene algunos problemas psicológicos, ¿de acuerdo? No se siente bien pero se pondrá al corriente cuando lo haga. No es como si disfrutara faltar a clases. De hecho, le gusta mucho esta materia.-

Nunca me dí cuenta a tiempo pero había vertido casi todo respecto a sus recaídas a cerca de veinte chismosos estudiantes de periodismo. Fue un milagro que no se esparciera tanto la voz, en parte gracias a que la mitad del grupo aún no había llegado a la clase de las siete de la mañana.

Hubo otra ocasión en la que Sofía me hizo jurar que no le diría a nadie que no sabía andar en bicicleta. Para mí no era la gran cosa -yo nunca aprendí a andar en patines- así que no lo tomé muy en serio. Pero cuando lo saqué a relucir en tono de broma durante una plática casual con nuestros amigos, enloqueció. Se enfureció tanto que se negó a compartir información personal conmigo en adelante.

No me sorprende que yo haya sido uno de los últimos en enterarse que David era, en efecto, bisexual. No obstante, pese a lo que muchos pudieran creer, realmente sí he tenido éxito al guardar la intimidad de los demás. Sam le tiene miedo a los cerillos. Un día cuando jugábamos a arrojarnos fósforos ígneos, al raspar la punta de nuestros proyectiles, se retorció y nos pidió que no encendiéramos ninguno cerca de él. En realidad fue bastante divertido, nunca antes había escuchado ese tipo de fobia. Mantuvimos el secreto.

Claro que también hubieron veces en las que mis secretos salieron a flote. Cuando íbamos en la Prepa, Laura y yo juramos no decir nada a nadie al perder la virginidad. Insistió en mantenerlo estrictamente confidencial. Al llegar a casa le marqué a Daniel para contarle todo y le hice prometer que no diría una palabra. Lo mismo con Arturo. Ambos mantuvieron su promesa pero fue inútil; ella ya le había dicho a todos. Fue lo más ridículo. ¿Qué tan lejos estamos dispuestos a traicionarnos por un poco de atención?

Sin embargo, son los secretos de Ana los que conservo más. Básicamente porque nunca me los contó. Tuve que descubrirlos, como si la verdadera Ana estuviera escondida de alguna forma en gruesas capas de fortaleza. Y la encontraría en toda su fragilidad y su pasado ineludible, con la tristeza que guardaba en los ojos. Y oírla llorar sería como oír una cuerda de violín sollozando lentamente, perforándome.

Ella encendía velas cada noche antes de dormir. Las había de todos tamaños, colores y olores; manzana, naranja, cereza, canela. No podía dormir sin ellas. Y pese a que nos atrincheráramos en la cama con nuestros talismanes de cera, de vez en cuando ella tendría pesadillas y yo la abrazaría fuertemente y le acariciaría el cabello y susurraría en su oído, suavemente, incesantemente.

Y no puedo evitar pensar... ¿qué vamos a hacer con todas estas historias no reveladas? ¿Con todos estos dolorosos y hermosos sigilos? Y si lo que Ana aprendió resultara cierto, que no hay suficientes velas guardianas ni cerillos de madera en el mundo para ahuyentar el dolor incrustado dentro de nuestros secretos, la idea no me seduce. Me rehúso a desprenderme a pesar de las despedidas y las separaciones.

Voy a guardar éstos. Los atesoraré y nunca los dejaré ir, como si fueran míos, los más profundos. Y pese a que ahora nos encontremos millas lejos, sigo preguntándome... ¿me guardarán de vuelta estos secretos? ¿Cuántas veces habrán de dormirse nuestras velas? ¿Y cuántas veces debemos de encenderlas de vuelta, repeliendo a los demonios, destilando melancolía con cada uno de sus destellos?

lunes, 30 de enero de 2012

Keeping Secrets

I have never  been particularly good at keeping secrets. Once, I accidentally told half of my class about Alice's depressions. The Latinamerican Literature teacher had caught me off guard asking me why had she been skipping school for a whole week now. I told him she wasn't skipping school, she just wasn't in the right mood. He frowned in surprise and enquired, almost mockingly, what did I meant exactly with not in the right mood. I snapped back.

-She's got some psychological issues, okay? She's not feeling well but she'll put up to date when she does. It's not like she enjoys missing classes. She actually likes this subject.-

I never realized in time but I had nearly spilled everything about her relapses to around twenty gossipy journalism students. It was almost a miracle that the word didn't spread out that much, partly because half of the group hadn't arrived yet to the 7 am class.

There was this other time when Sophie made me swear I wouldn't tell anyone about her not knowing how to ride a bicycle. To me it wasn't a big deal -I actually never learned to roller-skate- so I didn't took it too serious. But when I brought it up in a playful tone during a casual talk, she lost it completely. She was furious and later on she refused to share her personal information with me anymore.

It doesn't surprise me the fact that I was one of the very last ones to find out that David was really bisexual. Nevertheless, I've actually succeeded in guarding the intimacy of others. Sam is afraid of matches. Wooden matches. We found out one day when we were out of lighters and we wanted a smoke so bad. When we struck the match, he recoiled and asked us not to light any of them near him. It was actually pretty funny. I've never heard that type of phobia before. We kept the secret.

Of course there had been times when my own secrets have been poured out. When I was in High School, I remember Laura and I swore not to tell anyone about us losing our virginity. She insisted in keeping it strictly confidential. Of course, when I got home I phoned Dan and told him everything about me not being a virgin anymore and made him promise he wouldn't tell anyone. Same thing with Arthur. They kept their word but it was useless. Laura had told everyone about it. It was ridiculous. How far are we willing to betray ourselves for a little attention?

Yet, Anna's secrets are the ones I cherish the most. Basically because she never told them. I had to discover them, like the nasty habits we usually try to hide but not very often succeed in doing so. As if the real Anna were somehow hidden beneath thick layers of strength and confidence. And you would find her in all her fragility and her unavoidable past and all her complexity. All of the sadness that she kept hidden in her eyes. And you would hear her cry and it would be like hearing a violin string weeping slowly, piercing right through you.

She lit up candles every night before going to sleep. They came in all sizes, all colors, all scents. Apple, orange, cherry, cinnamon. She couldn't sleep without them. And she couldn't because she was afraid of the dark. And even when we would barricade the bed with our waxy talismans she would get nightmares from time to time, and I would hold her tight and caress her hair and whisper into her ear, gently, endlessly.

And I can't help but asking... what are we to do with all these unrevealed stories? With all these hurtful and beautiful stealths? And if what Anna learned is true, that there aren't enough guardian candles and wooden matches in the world to light away the pain embedded within our secrets, I am not overjoyed. I refuse to detach myself despite the farewells and the separations.

I'll keep these ones. I'll hold them close and never let them go, as if they were my own, my deepest. And even though we are now miles apart, I keep wondering... would these secrets keep me back? How many times will our candles fall asleep? And how many times must we light them back again, repelling the demons, distilling melancholy with every single spark?