sábado, 22 de noviembre de 2008

Círculos #2

He caminado sin cesar
Sigo mis pies, uno tras el otro los cuales forman una larga serie de pasos que no llevan rumbo
No se de donde vengo o a donde voy, sólo se que camino
Pero me encuentro justo donde empecé, dando vueltas en círculos otra vez.

Sin embargo, talvez hoy sea necesario dar vueltas en círculos, pienso.
Talvez hoy, despues de todo, algo quiera decir
El dia y la noche con su redondez me guian en mi pensar
Mientras contemplo en el cielo plasmados el ciclo solar y lunar.

¿Como es que algo puede ser tan perfecto, tan incesante, tan inalterable?
¿Será que hay cosas que nacieron para nunca morir?
¿O será que el fin implica un comienzo del mismo, como el día y la noche en un eterno transcurso de círculos?
No tengo la respuesta, pero hoy casi inconcientemente y sin motivos, todo me recuerda a ti.

He perdido la cuenta de mis triunfos y mis fracasos, pero no me importa
Desconozco si el saldo es negativo o positivo, si está a mi favor o en mi contra
Llego al punto donde ya no quiero saber nada más de mi,
Y sin embargo, quiero saberlo absolutamente todo de ti.

Me provoca contarte en círculos:
Tus dos hermosos orbes castaños con los que me miras
Tus curvas que recorren mis manos cada vez que te toco.
Y cada una de las diminutas elipses que se forman en tu labio inferior, en las que te puedo ver reflejada cada vez te beso.
Quiero que tu y yo seamos uno solo. Quiero hacerte el amor.

Creo que he llegado a una conclusión:
Tu y yo somos un círculo. Interminable. Indestructible.
Incluso talvez no seamos uno solo, sino varios. Muchos, muchísimos.
Tantos que no pueden ser contados.

Y sé que si lo impensable llegase a pasar, volvería instintivamente a tí.
Porque al final de todo, es lo que somos. Un ciclo sin fin.
Y si lo tuviera, te volvería a encontrar.
Y de éste modo quizás tú
Entre tantos círculos, entre tantos soles y lunas
Me volverías a encontrar...