miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Tripulación que el Tiempo Olvidó

Me voy a esconder aquí.
En este rincón inhóspito de la memoria.
Voy a anclar mi barco,
voy a encender una fogata,
voy a cantar una canción de cuna
y desde aquí te voy a contemplar;
eras una triste tarde de verano.
Eras el murmullo de un viento sediento.
Eras unas vías de tren aparentemente infinitas.
Eras los durmientes gastados bañados en polvo.
Yo era un ferrocarril viejo y oxidado
vagando ferozmente sobre tus pistas,
apresurándome, yendo cada segundo más rápido
y estirándome hasta romper con el horizonte.
Y me fui. Desaparecí.
Perdí el rastro y lo único que permaneció fue el vapor.
Y el plateado olor del carbón y del tiempo
y de todo lo irreversible.
Me voy a esconder aquí.
Me voy a refugiar del tifón.
Voy a cosechar mi soledad.
Voy a hacer girar mi veleta.
Voy a cerrar los ojos suavemente
y exhalar las hojas de árbol que nunca arranqué
¿O acaso sí lo hice?