domingo, 7 de diciembre de 2008

Es peligroso asomarse al interior


-"Es peligroso asomarse al exterior" -Afirman los trenes franceses.

No se han dado cuenta todavía que es aún más peligroso asomarse al interior. Al interior de uno mismo, en donde todo es obscuridad, silencio y confusión. Nadie sabe a ciencia cierta qué aguarda allí dentro. Sólo se sabe que hay algo. Algo que ronda silenciosamente, cautivo y dormido. Y nadie se atreve a despertar ni perturbar su incontenible fuerza.

Entre perros andaluces y sueños binominales me encuentro. Contemplo contemplo, hipnoticamente el brillo de la luna, el cual es eclipsado por nubes transitorias, mientras mis ojos son igualmente seccionados por afiladas navajas tajantes que me enseñan a ver mas allá. Retrospectivamente, Introspectivamente. Cada vez más profundo, y cada vez más revelador.

Y sólo así, ciego, puedo verdaderamente observar. Mi visión ya no es vaga, ni superficial. Sino interna y completa, y cada segundo afirma, más y más fuerte lo que puede ocurrir cuando uno se encuentra a sí mismo... y se asoma a la ventana del reflejo colectivo.
Es peligroso asomarse al interior.