Como un vacío que rodea los ojos
negras, negras
testigo de ínfimas noches sin sueño
devoradas por un insomnio clandestino
Mariposas obscuras
que se posan bajo la frente
Son dos; una a cada lado de la naríz
Opacas como las pupilas
Frías y solitarias
Sombra de los espejos del alma
Aliadas del café, enemigas del descanso
Acérrimas rivales de la cama
Tatuajes pardos inmensos, cuelgan de las pestañas
Souvenir de pensamientos irreconciliados
de recuerdos intranquilos
de pasiones perdidas
Colección de estaciones, colección valiente
Todo sigue aquí, postrado en semicíruclos
Mientras cuento, calculo cuidadosamente los segundos
Hasta que reanuden finalmente el juego
hermosa dinámica en la que tan sólo participan
Tus ojeras... y las mías.
Slow motion
Hace 2 años
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